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Esta fue mi duodécima feria de relojes Baselworld el pasado mes de marzo. La primera fue en 2006 (me salté un año), pero desde entonces he visitado la feria de relojes todos los años. Vostok-Europe , Sturmanskie, Tsikolia y otros estuvieron allí como de costumbre. Aunque Vostok-Europe fue la única marca que tuvo ambos en la feria.

Para mí, la feria de relojes de Basilea es, en muchos sentidos, “sólo una parte de mi trabajo”. Eso NO quiere decir que no siempre sea una experiencia increíble, pero es muy poco probable que hubiera ido a la feria de relojes 12 veces si no hubiera trabajado en el mundo de los relojes.

Se ha hablado mucho de la reciente y precipitada caída de asistencia y vendedores de relojes en la feria de relojes de Basilea. Puedo decirles que, con algunos altibajos, ha habido una caída constante en el tamaño, el alcance y la asistencia a la feria de relojes tal como la he visitado durante los últimos 13 años. Pero nunca había visto un cambio tan dramático como entre 2018 y 2019. Lo que fue un espectáculo que abarcó 5 o 6 edificios (sinceramente, no sé cuántas salas de vigilancia había en 2018) hasta solo 2 no fue solo sorprendente. , fue como si fuéramos a un evento diferente (más o menos, hablaré de eso más adelante).

En primer lugar, permítanme decir que lamento el declive general de las ferias comerciales y similares, ya que Internet las ha hecho cada vez menos necesarias. Pero sigo creyendo firmemente en las reuniones en persona: leer las expresiones faciales, cerrar un trato con un apretón de manos, emborracharse y comer bien juntos. Cada año que he estado en la feria de relojes de Basilea me he encontrado con alguna oportunidad que jamás habría conocido sin estar allí. Y me refiero a CADA AÑO.

Generalmente se presenta más de una oportunidad. Puedo decirles aquí mismo que la vigilancia de la Sala de la Radio y la vigilancia del Muro de Berlín de Pramzius no habrían existido si no fuera por mis viajes regulares a Basilea. Al menos una pieza de vital importancia (sin juego de palabras) para cada uno de esos relojes se reunió en Basilea.

Entonces, para mí, por mucho que la rosa florezca al visitar ese pequeño rincón de Suiza todos los años, realmente quiero que la feria continúe.

Está muy por encima de mi nivel salarial tener algún conocimiento interno o clarividencia sobre si la feria de relojes de Basilea seguirá existiendo y durante cuánto tiempo. No creo que sea exagerado decir al menos 5 años más. Como alguien dijo allí esta vez, incluso esta versión muy reducida sigue siendo uno de los programas de relojes más grandes, si no el más grande, del mundo.

Y supongo que eso es algo que debo dejar claro, especialmente a las personas que no han estado antes en la feria de relojes. Es completamente incorrecto decir que se trataba de una feria pequeña. En comparación con años anteriores, sí, pero seguimos hablando de un evento multitudinario. Aún más compacto, estamos hablando de 3 pisos en un edificio del tamaño de 2 campos de fútbol en pies cuadrados por piso. Todavía hay stands de dos pisos de Patek, Rolex, Tag y otros en el gran vestíbulo de entrada. Este no es un asunto menor.

Tengo lo que la mayoría probablemente consideraría una visión contraria de lo que está sucediendo con el programa. Para mí personalmente el espectáculo fue más ameno, más fácil y mucho más manejable. Podrías recorrer todo el espectáculo en un día (antes era básicamente imposible) y pasar más tiempo con cada proveedor que visitaras. Antes, siempre sentías que tenías una de dos opciones: concentrarte en las marcas con las que ya haces negocios o avanzar en el programa tan rápido que nunca tomabas en cuenta todas las marcas de relojes de manera significativa.

Por ejemplo, este año encontramos dos marcas nuevas con las que no creo que nos hubiéramos topado antes. El gran alcance era ciertamente algo digno de contemplar. Pero en el terreno solo significó muchos dolores de pies y llegar tarde a muchas reuniones que estaban a varios edificios de distancia.

La conclusión es que la Feria de Relojes de Basilea sigue siendo un evento viable que genera valor para quienes aún participan. No hago negocios con Swatch, así que personalmente no me importaba que no estuvieran allí. Las marcas que nos gustan, dirigidas por personas con las que preferimos hacer negocios, que siguen siendo las piedras angulares o las marcas jóvenes y vitales que hacen funcionar el mundo de la relojería.

Hasta el año que viene…

Craig Hester

El asistente personal de Abe Weiss.